Estos días encerrado en casa me venía a la mente la idea de estar encarcelado. Claro que en casa estamos mi esposa y yo y tenemos acceso telefónico a toda la familia. Pero tengo una cierta frustración por no haber podido vivir la experiencia de ir a la cárcel. Yo he intentado hacer siempre las cosas muy bien, pagar mis deudas, pagar todos mis impuestos, tratar bien a quienes han trabajado conmigo, y no he tenido problemas legales.
Tuve la suerte de ser extorsionado por un prestigioso juez y un famoso abogado que le organizaba las extorsiones. Publicitaron cosas mal hechas por mí (eran falsas), pero todo salió en los medios y mucha gente creyó que yo había hecho algo mal. Me dijeron que si no les pagaba lo que me pedían, iría a la cárcel. Decidí no ceder a su extorsión y me preparé para la cárcel. Me dije a mí mismo desde aquella soledad: “De esto he de salir reforzado”. Pero todo se descubrió y el juez y su amigo abogado fueron a la cárcel. Naturalmente yo no fui aunque me había preparado para ello.
Si no nos encontramos bien, no perdamos un minuto en contactar con nuestro seguro, la Seguridad Social o nuestro médico
Mi mensaje con el problema inesperado e injusto que nos crea el coronavirus es el mismo: “De esta situación hemos de salir reforzados”. Seguro que el encarcelamiento en casa ofrece oportunidades: ordenar o limpiar cosas, mejorar algunas áreas, hasta reflexionar. Más tiempo para hablar con los que viven en casa, esposa, esposo, hijos, padres, suegros.
Cuando hablemos con familia o con compañeros de trabajo, si podemos trabajar, pensemos en ponerle ilusión a nuestra conversación. Vivimos un momento difícil pero con ilusión y entusiasmo lo superaremos mejor.
Es bueno que nos aislemos para no ser puentes que el coronavirus cruce cómodamente de unos a otros. Pero nos estamos pasando impidiendo que en fin de semana un padre no pueda ir con su coche de Barcelona a Palamós a reunirse con su mujer y sus hijos que, como no hay colegios, se han ido estos días allí. Los militares gestionando el tráfico se sienten como si esto fuese una guerra y los que circulan en coche los enemigos.
Una cosa es que no funcionen los cines, colegios, universidades, que no haya reuniones o conferencias con muchas personas, que se traspase lo que sea posible a online, que se reorganicen las operaciones empresariales para que haya una cierta distancia entre los empleados, todo lo que dificulte el traspaso del virus. Otra cosa es que unos hijos no puedan ir a ver a sus padres o un esposo no pueda en el fin de semana estar con su esposa e hijos. Evitemos autoengañarnos. Si no nos encontramos bien, y vemos que tenemos fiebre, quizás tengamos un constipado fuerte o una gripe. Pero también puede ser que empiece el coronavirus. No perdamos un minuto en contactar con nuestro seguro, la Seguridad Social, nuestro médico. No será fácil porque habrá mucha gente contactándoles pero con paciencia lo conseguiremos y eso es prioritario. Nuestra sanidad es una de las mejores del mundo. Siempre digo que en España nos infravaloramos. Sin duda hay cosas a mejorar pero tenemos empresas en todos los sectores con un exitoso despliegue global. Nuestros médicos tienen una extraordinaria calidad y muchos lo han demostrado trabajando en prestigiosos hospitales en Estados Unidos. Pasar unos días encerrado en un hospital puede ser peor que ir a la cárcel.
Además en las cárceles se están preocupando de que no entre el virus, aunque cuando resolvamos el problema no meteremos al virus en la cárcel sino que le aplicaremos la pena de muerte tan rápido como podamos y sin juicio. Si hay que estar ingresado en un hospital, tomémonoslo en positivo. Ese médico y esa enfermera que nos cuidan arriesgan su vida, trabajan a tope, serán felices si salimos bien de la situación y miran qué pueden hacer para salvarnos lo antes posible. ¿Cuánto vale el trabajo de estos médicos y enfermeras? Son una joya que tenemos en este país. Pero traer la primera caja de máscaras de China ha sufrido una burocracia
horrible. Cinco días para llegar de la aduana al Iese y 20 minutos de ahí al hospital Clínic.
Sorprendente post. Gracias por aportarlo…Espero màs…
Saludos