La primera vez que conocí a Joaquín Trigo Portela fue en otoño del año 1987 con motivo de nuestra participación en un programa de radio, en su caso, en calidad de director de Economia de Fomento del Trabajo Nacional, posición que actualmente ocupo, y la mía de un recién profesor de política económica de la Universidad de Barcelona que empezaba y que se centraba en el ámbito de la reforma del sistema financiero español. Nuestra intervención fue sobre una noticia reciente, pero que suponía un terremoto de magnitud relevante como fue la presentación (con carácter hostil, es decir, sin acuerdo inicial con la empresa a absorber) que presentó el Banco de Bilbao el 29 de noviembre de 1987, cuarta posición del ranking bancario español, sobre el segundo, Banesto. Su justificación la necesidad de concentración bancaria, que mejorase su rentabilidad y competitividad, que de forma académica había señalado el entonces profesor José Ángel Sanchez Asiain, entonces presidente del Banco de Bilbao, y más dentro de un contexto europeo que se derivaba de nuestra integración en la Comunidad Europea en 1996.
Fue un debate ameno, enriquecedor, didáctico, pero riguroso sobre un nuevo devenir para el sistema financiero español, con instrumentos no utilizados anteriormente en el mismo, como fue su OPA (Oferta Pública de Adquisición de Acciones) y como hablamos de economías de escala, de cómo se pagaría esa OPA, si en papel o en cash, y de la reticencia al excesivo papel que la oferta expresaba, que aunque fuese con una prima del 40% no garantizaba ese éxito de la OPA lanzada, que finalmente no puedo materializarse, por su fracaso, y dio pie a la posterior fusión amistosa entre el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya que dio origen al BBV, que se inicia con el protocolo de fusión de 27 de enero de 1988 que fue aprobado por ambos consejos de administración.
Estos hechos supusieron un cambio relevante, sin reversión de las relaciones dentro del sistema bancario español y su concentración en España que vino para quedarse.
No hace muchas semanas vemos de nuevo una operación de esta índole, una OPA hostil en el mercado, referenciado al sector bancario, lanzada por el BBVA sobre el Banco de Sabadell.
Creí necesario hacer esta explicación de como contacté con el amigo, mentor Joaquín Trigo y como de allí nació nuestro aprecio y amistad mutua. Me sorprendió su respecto hacia mis posiciones, en general, pero también supo marcas las diferencias en cuestiones que no compartía, con un respeto absoluto de la diferencia, la importancia del argumento, que no tanto de quien venia, aunque fuera un joven profesor, frente a un economista asentado profesionalmente y de un alto nivel técnico, como siempre mostró Joaquín a lo largo de su dilatada, extensa e intensa aportación al debate económico de las ideas, pero también de la situación que presentaba nuestra economía. Siempre intentaba aportar análisis con incidencia en la realidad económica del país, sin renunciar al debate teórico, pero con un enfoque que tuviera su reflejo en la mejoría de nuestra economía. Fueron más de 1.000 artículos publicados en prensa, en los que Joaquín rehuya de temas estériles y con ellos expresaba, con su típica brillantez técnica, que también con una exquisita pluma, que reflejaba su dominio de la lengua, tanto oral como escrita, que favorecía su escucha atenta, su lectura agradable y su contenido que tenia siempre aportaciones al debate económico y político en nuestro país, desde posiciones liberales, que defendía con orgullo, sin la necesidad de matizarlo, sino de participar en ese debate político económico manifestando de forma muy argumentada las propuestas que esa visión permitía para el enriquecimiento de nuestra sociedad y economía
Su actividad académica con más de una veintena de libros publicados, y un número importante de artículos en revistas, tanto académicas como divulgativas, expone su fuerte capacidad de trabajo incansable, e inalcanzable para mí, y como con cierta nostalgia también recuerdo nuestro primer café de la mañana en su despacho en la mesa auxiliar, un cuarto de hora antes del inicio de la jornada de trabajo, en la que hacíamos una lectura rápida de los diarios del día, un comentario rápido de las noticias económicas del día, y un repaso de nuestra agenda del día, y de cuestiones sobrevenidas o a comentar los proyectos en marcha.
Sus libros, sus artículos hablan de Joaquim, me pareció más justo no entrar en una relación detallada de sus obras o de su currículum vitae, resultaba más apropiado por mi parte acercar la persona, el interés y la motivación que Joaquín tenía en su compromiso profesional, social y personal.
Entendí que lo podía hacer mediante el conocimiento que tenia de su persona y como la viví ya sea desde fuera como un recién profesor de universidad, o desde su colaborador próximo durante tantos años, que me pareció apreciar no solo al profesor Trigo, sino al amigo Joaquín (D.E.P.).
Salvador Guillermo
Director Economia y Estudios de Foment del Treball Nacional