Era el año 2014 cuando decidí que, después de desarrollar una vida profesional de casi 30 años, iba a definir una nueva etapa basada en mis dos pasiones y áreas de conocimiento y experiencia. Este nuevo horizonte me permitiría aunar mi faceta como profesional de la publicidad, el marketing, el branding y la comunicación para empresas con mi currículum B, dedicado al conocimiento, el desarrollo y la potenciación del ser humano. A partir de ese momento inicié una formación continua en diversas técnicas y metodologías que me han permitido profundizar y desvelar el talento y potencial de las personas.
Este paso tan importante y retador me ha permitido enfocar toda mi energía vital, a nivel profesional y personal, hacia los próximos 25 años de la segunda fase de mi vida: mi propio proyecto empresarial. ¡Ilusionante y muy motivador! Fue así como nació Tú Marcas la Diferencia, la empresa de Talento y Marca, donde he fusionado mis dos curículums.
UNA LARGA VIDA
Un estudio realizado en 2017 por la Universidad de Washington revela que la esperanza de vida media en los países de la OCDE es de 80 años y que España será el país con mayor esperanza de vida en 2040, pues los españoles llegarán a los 85,8 años, casi tres años por encima del promedio actual. Además, el informe plantea que, en el mejor de los escenarios, la esperanza de vida en España podría subir hasta en 4,5 años, es decir, hasta los 87,4.
LA SILVER ECONOMY
Considero que es ahora cuando empezamos a ser realmente conscientes del reto que nos depara tener una vida más larga, con mayor calidad y más capacidades que las que tuvieron nuestros ancestros en el siglo XX. En este sentido, Peter Wintlev-Jensen, director de Programas en la Comisión Europea, aseguró en el foro NESI de Málaga que la “silver economy”, la economía plateada, supondrá en 2025 el 37,8% de los empleos europeos. Asimismo, aseguró que “salir al encuentro de las necesidades de la población mayor de 50 años, en sanidad, cuidados o turismo, puede ser un revulsivo para la economía.”
Si esto lo llevamos a un esquema visual, a las personas de 50 años les queda casi la misma vida profesional por delante -30 años- que la que ya han vivido -32-. En mi caso, inspirándome en el esquema del libro El Mapa de tu Talento de Arancha Ruíz, a día de hoy, con 55 años, mi proyección vital y profesional en el tiempo determina que me encuentro en plena etapa de emprendimiento y que, de aquí a 10 años pasaré al último nivel, el de la recogida.
Creo que hay una vida muy interesante en la debemos apostar por seguir formándonos de forma continuada. De esta forma lograremos aplacar nuestra curiosidad, nutrir nuestro cerebro y nuestra alma y permitir que las neuronas sigan activas y creen nuevas conexiones neuronales. Recordemos que el cerebro humano es neuroplástico, por lo que tiene la capacidad de cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de nuestra vida para reaccionar a la diversidad del entorno. Además, no podemos olvidar que es muy importante seguir trabajando para aportar valores y excelencia en cada tarea que realicemos, por pequeña que sea.
FORMACIÓN CONTINUA/LONG LIFE LEARNING
La apuesta por la formación continua requiere de una actitud activa y curiosa. El conocimiento y la experiencia acumulada a lo largo del tiempo nos permiten saber qué soluciones desarrollar para dar respuestas a las nuevas necesidades del ser humano en un entorno VUCA– volátil, incierto, complejo y ambiguo-. El avance constante de la tecnología nos facilita la capacidad de crear, desarrollar, implantar y compartir nuevas ideas y proyectos.
Siguiendo en la misma línea, los “viejos de ayer” actualmente son personas maduras, profesionales seniors capaces de sacarle jugo a la tecnología, buscar financiación y salir con un plan de negocio bajo el brazo para ejecutarlo y ponerlo al servicio de una idea de servicio y negocio.
LA CONSCIENCIA DEL TALENTO PROPIO
Además de las variables ya citadas que juegan a nuestro favor, quisiera poner en valor la importancia de trabajar en el conocimiento de uno mismo y experimentar los efectos que nos aporta el conocimiento de nuestro talento individual. Con esta consciencia es mucho más fácil enfocar o reenfocar nuestra carrera profesional, crear un proyecto empresarial o realizar una reinvención profesional.
La fórmula para lograr este objetivo consiste en empezar a observar y profundizar en nuestro interior para examinar nuestras capacidades, habilidades y pasiones. Debemos reconocer y desvelar esas fortalezas que nos ayudan a realizar ciertas tareas de forma destacable y única.
Para ilustrar la importancia de conocerse a uno mismo, transcribo unas frases del artículo Los cerebros hackeados votan, de Yuval Noah Harari. “Los gobiernos y las empresas están trabajando para piratearle. Si consiguen conocerle mejor de lo que usted se conoce a sí mismo, podrán venderle todo lo que quieran, ya sea un producto o un político. Es especialmente importante conocer nuestros puntos débiles, pues son las principales herramientas de quienes intentan hackearnos. Los ordenadores se piratean a través de líneas de código defectuosas preexistentes. Los seres humanos, a través de miedos, odios, prejuicios y deseos preexistentes. Los piratas no pueden crear miedo ni odio de la nada pero, cuando descubren lo que una persona ya teme y odia, tienen fácil apretar las tuercas emocionales correspondientes y provocar un miedo aún mayor.”
CONVERTIR LO INTANGIBLE EN TANGIBLE ES POSIBLE
Cuando conseguimos tener plena consciencia de cuál es nuestro talento, podemos avanzar en distintas direcciones:
1.- Empoderarnos, ya que nos permite creer y sentirnos más seguros de nosotros mismos.
2.- Enfocarnos en aquello que realmente queremos hacer y sabemos que dominamos a la perfección.
3.- Definir y ejecutar el servicio que queremos aportar a la sociedad.
4.- Construir la Marca Profesional o empresarial con los valores diferenciales de nuestro talento.
Una vez llegados a este punto podemos conectarnos con el maravilloso concepto de hallar nuestra misión, el propósito de nuestra vida y energía. Viktor Frankl, psiquiatra creador de la logoterapia, ya hablaba en el siglo pasado de la importancia de encontrar nuestra misión en la vida. Pero no se refería a la realización profesional ni a otros aspectos de la vida exterior, sino a descubrir esa llama interior que da sentido, fuerza y pasión, y que nos ilumina el camino que debemos seguir para aportar valores y excelencia a nuestro entorno.
Patricia Jessen
Fundadora y Directora de Tú Marcas La Diferencia
Patricia, me encanta tu lucidez y entusiasmo y comparto totalmente tu planteamiento. Además de plantearse las oportunidades de la Silver Economy, deberiamos de tomarnos en serio el tremendo potencial electoral que supone ese segmento de población en búsqueda de la recuperación de los valores.