Una empresa con valores puede trazar horizontes sostenibles a largo plazo. Valores como el respeto, la igualdad, y la dignidad de las personas, con independencia de género, o creencias, raza, ideología, capacidades físicas, intelectuales o sensoriales, etc. han de guiar la toma de decisiones.
En ABE LOGÍSTICA tenemos como misión trabajar para que estos principios sean realidades en el sector de la logística, y así, empezando con las generaciones jóvenes que empujan, ayudamos a desarrollar un Grado Dual de la Empresa Logística colaborando con la Escola Mediterrani -Universitat de Girona, en que profesores miembros de ABE LOGÍSTICA trabajan para infundir valores en los futuros profesionales de la logística.
En el 8 de marzo – Día Internacional de la Mujer, desde ABE LOGÍSTICA nos hacemos eco de la realidad actual y del todavía largo camino para lograr una plena integración de la mujer más allá de las imposiciones legales, que salga de la propia sociedad, sus hombres y mujeres, que con sus principios y valores día a día, en su entorno y dentro de sus posibilidades toman decisiones que tienen que ver con personas: ignorar o despreciar la parte femenina de nuestra sociedad. Podría empezarse por el pleno cumplimiento de las normas: Desde la Unión Europea al Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, que pretende avanzar en cuestiones de maternidad / paternidad, conciliación, planes de igualdad en las empresas, etc.
En 2015, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y con ella los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), 17 objetivos y 169 metas, para que, estados, sociedad civil y sector privado pueden guiar y medir sus contribuciones al desarrollo sostenible hasta 2030. El Objetivo 5 pretende alcanzar la igualdad de género a nivel mundial; acabando con la discriminación promocionando un acceso y condiciones equitativos y adecuados en educación, y condiciones laborales y favoreciendo la igualdad de oportunidades en la vida política, social y económica.
Aún existe brecha de género que podría tardar 100 años en cerrarse. Las empresas son actores clave para acelerar el cambio hacia la igualdad de género a través de la promoción, salarios, formación, conciliación y promoviendo el acceso de mujeres a puestos de responsabilidad.
El sector de la logística, tradicionalmente masculino ha estado fuertemente condicionado por exigir múltiples tareas manuales, de fuerza o ciertas capacidades físicas -por falta de desarrollo técnico que facilitara herramientas para superar obstáculos-, pero, sobre todo, por factores históricos y culturales, que prácticamente han impedido la presencia de la mujer en el sector.
Sin embargo, aun así, la mujer se ha ido ganando a pulso su presencia en las empresas logísticas, y no sólo en puestos administrativos, sino en las operaciones, apoyándose en los avances tecnológicos, lo que ha sido -y todavía es mayoritariamente-, a pesar de esos otros obstáculos invisibles, los condicionamientos e inercias históricos y culturales en particular de este sector.
Ya en el siglo XXI, una sociedad, no puede permitirse y en ella menos aún un sector en plena transformación y expansión, como el logístico, renunciar al talento de la mitad de su población, máxime cuando los avances tecnológicos dan soluciones y exigen nuevas habilidades, tales como la capacidad de gestión multitareas que aporta la integración del talento femenino en prácticamente todas las funciones de la actividad logística en sus operaciones y a nivel directivo. (equipo y maquinaria, automatización, inteligencia artificial, ingeniería, programación, diseños de procesos, equipos, proyectos globales, multiculturales, etc.),..Y también serán beneficiarios y, por tanto, interesados, las empresas, poderes públicos e instituciones.
Estudios recientes reflejan este proceso en auge: más allá de las estadísticas todos llevan a concluir que quedarse atrás en integrar a la parte femenina del talento restará competitividad sostenible a las empresas que no asuman esta realidad en sus decisiones y planes estratégicos.
Y, si se trata de salvar barreras físicas en tareas más o menos exigentes de fuerza y capacidades físicas, me remito a lo que dijo el clásico, que viene bien traer a la situación de la mujer en la logística: “… dame un punto de apoyo [ética, valores, automatización, inteligencia] y yo [mujer], moveré el mundo”: ya no hay excusas.
Por ello los miembros de ABE LOGÍSTICA nos comprometemos con promover la igualdad de género, predicando con el ejemplo desde nuestras actuaciones, que es la única forma de influir positivamente en los demás.
María-Antonia García Solanas – Abogada