Madrid, julio 2017
- Presentación y agradecimiento
Quiero agradecer al Rector Magnífico, Excmo. Sr. D. Juan Romo y a la Universidad Carlos III de Madrid la invitación a participar hoy en esta ceremonia de graduación en una de las universidades más prestigiosas de España.
Es para mí un honor estar aquí ante todos vosotros y me hace especial ilusión poder dirigiros unas palabras. Os confieso que no sin cierto sonrojo. No suelo acudir a este tipo de actos, pero siendo todos vosotros ingenieros, como yo, no dudé en aceptar la invitación del Rector.
Hace 25 años estaba sentado dónde estáis hoy vosotros, con mi carrera por delante. Me veréis como alguien ya mayor y, sin embargo, me encuentro tan joven como vosotros.
Me imagino que se espera de mí que os de algún consejo que os pueda servir de ayuda a partir de hoy. Os confieso que soy un ingeniero un poco atípico.
Creé varias empresas cuando aún estaba estudiando la carrera. La más exitosa, muy alejada de la ingeniería, una Agencia de Patentes y Marcas, que vendí con 28 años. He trabajado en el sector del retail, en política, en el sector de las infraestructuras, he presidido una empresa pública ferroviaria y ahora, como sabéis, estoy en Enagás. Puedo decir que hasta ahora me ha ido razonablemente bien.
Pero sobre todo, he disfrutado y disfruto con cada cosa que hago.
Cuando pensé en qué podría deciros que os pudiera ser útil para el mundo al que os enfrentáis, pensé en qué les diré a mis hijos cuando estén donde estáis hoy vosotros.
- Futuro
Hoy se habla mucho de las próximas profesiones: De cómo la industria 4.0 cambiará la forma de trabajar y de que no se conocen las profesiones del futuro. Pues bien, creo que en esencia, las cosas no han cambiado ni cambiarán tanto.
El esfuerzo, el sacrificio, el trabajo en equipo seguirá siendo clave. Entráis en un mundo muy competitivo en el que habrá menos jerarquías con estructuras más planas, pero donde la capacidad de trabajo seguirá siendo muy importante.
Olvidaros de trabajar toda vuestra vida para la misma empresa. Trabajaréis para muchas y, seguramente, para varias empresas de forma simultánea. Muchos de vosotros viajaréis y trabajaréis en distintos países. Por ello, tendréis que desarrollar vuestra capacidad de adaptaros a otros entornos y culturas.
- Preparación y actitud
Y estad seguros que estáis muy preparados.
Ahora en Enagás, cuando viajo y negocio contratos en cualquier lugar del mundo, es un orgullo ver que como los informes de nuestros ingenieros están a la altura de los de los mejores ingenieros del mundo.
Hace ya unos años, negociando un contrato con Gaz de France, hoy ENGIE, una empresa con más de 250.000 empleados (y nosotros en Enagás somos 1317) los informes que yo tenía eran mejores técnicamente que los suyos.
En estos años habéis adquirido conocimientos y habilidades. Sin duda, esto os será muy útil durante toda vuestra carrera.
Trabajéis o no como ingenieros, aprovecharéis vuestra capacidad para analizar y resolver problemas, pero lo más importante será vuestra actitud.
Como bien explica Luis Conde en uno de sus libros, la fórmula del talento es: conocimiento más habilidad, multiplicado por la actitud. Será esta actitud la que os ayude a triunfar como profesionales y como personas.
La actitud será clave en vuestro futuro. Más aun en el entorno cambiante en el que vivimos. En el contexto de incertidumbre actual, la actitud positiva será vuestro mayor aliado.
Debéis tener pasión por lo que hacéis. Trabajad con perseverancia y empeño. Haced lo que os gusta y tratad de divertiros con vuestra carrera. Pero combinad la pasión con la paciencia.
A partir de hoy os van a exigir mucho esfuerzo y sacrificio, (ya habéis tenido que hacer un gran esfuerzo para estar hoy aquí) pero no olvidéis nunca el equilibrio.
Equilibrio entre lo personal y lo profesional, equilibrio entre el trabajo y la familia. Equilibrio entre el trabajo y el ocio, equilibrio entre lo físico y lo intelectual.
No os olvidéis nunca de vuestras familias. Respetad y disfrutad de vuestros padres. Muchos están hoy aquí y siempre estarán con vosotros. No os olvidéis de ellos. Y cuando forméis vuestras propias familias, dedicadles tiempo, tiempo de calidad.
El mejor consejo que me ha dado mi padre, y que he tratado de seguir, es que la vida es sobre todo una cuestión de prioridades. No os equivoquéis al establecerlas. Buscad no solo el éxito profesional, sino el personal.
Os han enseñado la excelencia en la gestión pero debéis también buscar la excelencia personal. Actuad con rectitud y buscando hacer el bien a vuestro alrededor. No creo en el éxito a cualquier precio, y el respeto a los demás en una sociedad a veces injusta es hoy, más que nunca, necesario.
No olvidéis que sois unos privilegiados, que mucha gente no ha tenido las oportunidades que habéis tenido vosotros y por ello estáis obligados a dar ejemplo.
No os he dicho que empecé como empresario. Monté mi primera empresa con 21 años y esto me ha ayudado toda mi vida. Creo que la actitud emprendedora es clave. La iniciativa es cada vez más importante. Y no tengáis miedo al fracaso. Gracias a él aprenderéis.
Creo mucho en lo que a todos, empresarios o no, nos aporta el espíritu emprendedor. Hace 25 años fundamos la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios y entonces solíamos decir que el futuro no se prevé, se prepara.
Se dice que los optimistas ven el vaso medio lleno, y que los pesimistas ven el vaso medio vacío y que los emprendedores van a por agua.
Cuando, dos años después de montar mi primera empresa, tuve problemas con alguno de los socios con los que había empezado, fui un día al banco y le dije al director de La Oficina con el que tenía relación que estaba pensando en claudicar. El me contó una anécdota. No sé si es cierta pero podría serlo:
Un vicepresidente de IBM había perdido muchos millones en una operación y presentó su dimisión. El presidente le dijo: Con lo que le has costado a la empresa en formación ahora no puedo admitir que te vayas a la competencia. Aquello me dio ánimo. Seguí con la empresa y, años después, vinieron a verme del despacho Garrigues y me la compraron.
No tengáis miedo al fracaso. Equivocaros. Pero equivocaros deprisa.
Aprovechad ahora que podéis. Aprovechad parte de vuestra ignorancia. Parafraseando a un músico famoso, me gustaría no saber ahora lo que no sabía cuando estaba donde estáis ahora vosotros.
Muchos de aquellos a los que hoy admiramos, muchos de los grandes empresarios o profesionales que han triunfado, lo han hecho porque eran unos perfectos ignorantes llenos de ilusión y confianza.
No me malinterpretéis. Claro que se necesita conocimiento y oficio. Debemos planificar y preparar lo que hacemos, pero si solo hacéis eso, os perderéis lo mejor.
Ahora tenéis descaro, arrojo, osadía. Aprovechadlo y si podéis, no perdedlo. El éxito de empresas como Apple e Inditex, como dice el profesor Santiago Álvarez de Mon, es la lúcida gestión de la ignorancia.
Hace años escribí un libro sobre cultura emprendedora. Analicé las diferencias entre Europa y Estados Unidos, y lo más relevante que encontré fue el distinto tratamiento al fracaso. Allí es parte de su aprendizaje y aquí esta estigmatizado. Equivocaros. Ahora podéis hacerlo.
Si estáis aquí es porque habéis superado con éxito una carrera difícil. Tenéis los conocimientos suficientes.
Se os pedirá iniciativa, mente abierta, capacidad de adaptación al cambio, perseverancia y agilidad en el trabajo.
Pero esto será inútil sin valores. Nos os dejéis deslumbrar por el éxito rápido, por el dinero a corto plazo y acordaros del equilibrio. ….
Final
Termino como empecé, agradeciendo al Rector esta oportunidad que me ha dado de estar aquí en un día tan importante para todos vosotros.
Y os confesaré una cosa: os tengo envidia, mucha envidia.
Os encontráis delante de una hoja en blanco. Aprovechadlo!!!!
Muchas gracias